Diez años de un sueño teñido de azul y blanco
La UDG Tenerife cumple su décimo aniversario inmersa en una etapa de continuo crecimiento como máximo representante del fútbol femenino canario en la élite y propulsor del talento del archipiélago
Año 2013. Sergio Batista tenía un sueño por cumplir, llevar a un equipo canario a lo más alto del fútbol nacional. El presidente de la entidad anhelaba poner a Tenerife en el mapa del fútbol femenino de élite, un sueño que se hizo realidad con una plantilla cuya columna vertebral estaba plagada de talento canario.
Una década después, cuatro jugadoras de aquella primera plantilla siguen formando parte de la familia azul y blanca: María José, Pisco, Natalia Ramos y Noelia Ramos. Silvia Doblado, Ana González, Pili González, Cindy García y una larga lista de futbolistas también tienen su espacio perpetuo en los capítulos dorados de la historia del equipo, al igual que personal del club, como la delegada Nélida Morales y el utillero Javier Rodríguez que pertenecen a la familia desde sus inicios. Fueron la mejor semilla para el nacimiento de un proyecto humilde que posteriormente se convirtió en toda una referencia en el fútbol nacional, con el trabajo de cantera como pilar fundamental. Paola Hernández, Aleksandra Zaremba o las mencionadas Natalia y Noelia son un claro ejemplo de gestión y desarrollo formativo con el mejor de los resultados.
Diez años llenos de emociones, éxitos y enorme esfuerzo desde todos los estamentos del club y muchos recuerdos grabados en la retina de la afición con una plantilla inicial 100% canaria. El ascenso ante el Real Betis en Sevilla un 14 de junio de 2015 supuso un punto de inflexión para la entidad y también para el fútbol de las islas.
Tras conquistar la Ciudad Deportiva Luis del Sol, las guerreras debutaron en Primera División en La Palmera ante todo un FC Barcelona y acabaría su primera temporada en la élite en una brillante séptima posición. También hizo su debut en Copa de la Reina, una competición en la que compite de forma ininterrumpida desde su llegada a la élite donde ha logrado disputar las semifinales en tres ocasiones. Dos cuartos puestos en las campañas 17-18 y 18-19 son una clara muestra del crecimiento exponencial del equipo tinerfeño, de la mano del entrenador con más partidos de su historia Toni Ayala (97).
Especialmente recordados son los triunfos consecutivos ante el equipo culé por la mínima (1-0) en los cursos 17-18 y 18-19 con La Palmera llena a rebosar o las cuatro victorias consecutivas en el Heliodoro Rodríguez López, una de ellas de gran recuerdo para la afición tinerfeña en el primer derbi de la historia en Primera División (2-0), además de un colosal triunfo en el feudo del Real Madrid la pasada temporada con el actual técnico José Herrera en el banquillo (0-1) y un sueño europeo que también tuvo cabida en apenas solo una década de existencia.
En la temporada 20-21 las guerreras lograron liderar la clasificación durante varias jornadas y contaron con opciones reales de conseguir un billete para competición europea en la recta final de liga. Además, el pasado curso se logró otro hito, igualar el mejor arranque liguero como equipo de élite en las primeras cuatro jornadas de liga, sumando 7 puntos de 12 posibles.
Diez años después, el club continúa manteniendo el acento canario, así como el arraigo del sentimiento por los colores azul y blanco aflorando en cada rincón de las islas, y la afición está deseosa de participar de ese imparable crecimiento y poder celebrar más victorias en la élite.
Pertenencia, orgullo y un futuro ligado a este sueño teñido de azul y blanco que no para de crecer.