Bea Beltrán, de vuelta al terreno de juego
La madrileña, superada la lesión y posterior operación en su hombro que la ha tenido varios meses alejada de los terrenos de juego, trabaja ya al 100% con sus compañeras del Costa Adeje Tenerife Egatesa
Hablar de que las lesiones son la peor parte de ser futbolista no deja de ser uno de los lugares comunes y habituales en cualquier conversación. Sin embargo, cuando un problema físico te impide durante varios meses no sólo desarrollar tu profesión sino, al menos inicialmente, condiciona también tu día a día, la frase adquiere más relevancia. Ese proceso lo ha atravesado la madrileña Bea Beltrán, que ve ya la luz al final de un túnel en el que entró el pasado mes de mayo, cuando una subluxación en su hombro derecho le obligó a pasar por quirófano.
“Al principio fue bastante duro”, reconoce la zaguera del Costa Adeje Tenerife Egatesa. “Una operación de hombro (que tuvo lugar en Madrid el pasado mes de junio) te limita en tu día a día. Necesitaba ayuda para todo, pero conforme iba ganando movilidad y haciendo más ejercicio me veía más independiente y capaz, siempre con la ilusión de trabajar para volver a entrenar y competir”.
Porque ese es otro aspecto que, en no pocas ocasiones, se pasa por alto cuando toca hablar de lesiones: la afección, en lo psicológico, que puede suponer esa inactividad y sus consecuencias. Lo positivo del caso de Bea es que “he sentido en todo momento que tenía progresión”, por lo que “cuando ves las pequeñas mejoras te alegras . El hecho de que antes no llegabas a coger una cosa y ahora sí… esos pequeños detalles hacen que todo sea más llevadero”.
Tras la intervención en tierras madrileñas, tocaba regresar a Tenerife para incorporarse al trabajo de pretemporada con el resto de sus compañeras. “Fue llegar, conocer al nuevo staff técnico y empezar a hacer un plan de trabajo para que todos fuéramos en la misma línea y que la recuperación del hombro fuese lo mejor posible”, apunta Beltrán. Un plan en el que el trabajo del cuerpo médico del Costa Adeje Tenerife Egatesa adquirió un rol fundamental, ya que “desde que llegué aquí empecé a tratar con Diego (Pata), Darío (Villalba) y Airam (Donate) y empezamos a ir para arriba con todo”.
En cualquier caso “la principal dificultad fue que, cuando llegó a la isla, ya habían pasado dos meses desde la cirugía”, recuerda Diego Pata, fisioterapeuta jefe del club. “Desde el primer día, cada mañana con el readaptador, organizábamos el trabajo para ir recuperando la movilidad e ir ganando potencia y fuerza muscular sin pasar límites”, un trabajo que ha obtenido como resultado “que ya al tercer mes empezara a hacer cierto trabajo con las compañeras y que en el cuarto ya esté lista para la competición. Bea llegaba cada mañana con ganas de trabajar, desde hace semanas está entrenando con normalidad y estamos todos muy satisfechos por cómo ha sido la evolución”.
Todo ello con un añadido extra, como es el hecho de que “desde el primer momento no encontró impedimento y se adaptó muy bien al trabajo; al terminar las sesiones no refería ningún tipo de molestia”, señala Airam Donate, readaptador del Costa Adeje Tenerife Egatesa. “Lo que teníamos plasmado en el papel se ha ido cumpliendo todo y eso es difícil que pase en una readaptación, porque siempre hay momentos de altibajos, de regresionar o de no progresar tan rápido, pero con Bea todo ha salido bien” gracias a “su implicación y ganas desde el primer momento”.
El resultado de ese trabajo es ver de nuevo a la madrileña entrenando e incluso entrando en convocatorias, algo que supone para Bea Beltrán “muchísima alegría. El volver a verte allí, con tus compañeras, que puedes hacer todo lo que hacías antes con el brazo y quitándote poco a poco el miedo… Ha sido una ilusión muy grande”.
Con todo ese camino recorrido, a Bea sólo le queda “ir para arriba día a día, recuperando todo mi 100% como jugadora y trabajar, trabajar y trabajar para aportar al equipo cuando se pueda. Veo al equipo con muchas ganas de mejorar; cada día nos exprimen un poco más y creo que cada día podemos dar un poco más”, concluye. Más… y mejor con una Bea Beltrán ya plenamente incorporada, a disposición de Eder Maestre y dispuesta a volver a su mejor versión como guerrera.